Las hemorroides son acontecimientos comunes en el cuerpo, resultantes de la dilatación de los vasos sanguíneos cuando una gran presión es experimentada por el tracto anal durante el proceso de excreción. Su existencia puede afectar a todos en general, la condición también puede desarrollarse crónicamente cuando se deja desatendida. Debido a que la condición es normalmente asintomática, la mayoría de la gente no nota su presencia, a menos que se haga palpable en la higiene anal o cuando hay presente picazón y dolor durante la defecación. Aunque rara vez surgen complicaciones de esta enfermedad, las personas deben tener cuidado con cualquier signo de otros problemas como la infección.
Las quejas de las hemorroides se dividen en ya sean internas o externas, dependiendo de la zona anorrectal donde se desarrollan. Ambas circunstancias pueden presentar síntomas de dolor, irritación, enrojecimiento, hinchazón, y rastros de sangre con el paso de las heces.
Los episodios de hemorroides son generalmente agudos y se resuelven una vez que se da un tratamiento adecuado, sin embargo, los incidentes recurrentes pueden llevar a la sospecha de infección, sobre todo cuando las medidas médicas aplicadas no son eficaces en su curación. Los profesionales médicos consideran que es esencial formular la pregunta, “¿ Que son las hemorroides infectadas y cómo se tratan?” Siempre que la consulta de tales circunstancias sobreviene.
Aunque rara vez se reporta, las hemorroides infectadas son una de las complicaciones que pueden surgir de episodios recurrentes o la curación prolongada de la enfermedad. La infección en la enfermedad es poco común y puede pasar desapercibida y solo es diagnosticada cuando se hace un examen minucioso. Uno debe ser consciente de que son las hemorroides infectadas y cómo se tratan. Los síntomas de la condición infectada son similares a los que se evidencian cuando no hay infección, sin embargo algunos indicadores son distintos con la infección, y con frecuencia ayudan a identificar la complicación que aparece.
Los profesionales del cuidado de la salud a menudo buscan signos definitivos tales como episodios de fiebres continuas que se caracterizan por una temperatura de 100 ° F y superiores, aumento del dolor en el área afectada, así como la evidencia de heridas abiertas y secreciones en el área de las hemorroides. El diagnóstico de la infección hemorroidal se realiza a través del examen físico del área por un profesional de la salud, y a veces mediante la obtención de muestras de secreciones de la zona afectada para examinar que tipo de infección ha invadido el tejido de la piel.
Saber que son las hemorroides infectadas y cómo son tratadas requiere la familiarización con los síntomas, el manejo conservador y el tratamiento médico agresivo disponible para resolver la complicación y aliviar el malestar experimentado. El cuidado en el hogar incluye medidas tales como el lavado de la zona anal con agua tibia, al tiempo que evita el uso de jabón y papel ya que pueden irritar aún más el problema.
La colocación de hielo o compresas frías sobre el área afectada durante 15 a 20 minutos a intervalos regulares también puede proporcionar alivio para el dolor y la hinchazón. Baños de asiento y la aplicación de pomadas como la hidrocortisona serán de ayuda en la reducción de la sensación molesta y ayudará a reducir la inflamación que también puede estar presente.
Los proveedores médicos también dirigen el tratamiento a la erradicación de los síntomas de la infección. Analgésicos y antipiréticos, fármacos que están dirigidos a reducir la fiebre y el dolor se prescriben a menudo. Al determinar el tipo de infección, los médicos prescriben medicamentos antibióticos que ayudarán al cuerpo en la lucha contra la progresión de la enfermedad. Dependiendo de la fuerza de la droga, el individuo puede ser instruido para tomar el medicamento hasta por una semana para garantizar los máximos beneficios.
La combinación de medidas de tratamiento para las hemorroides infectadas es esencial en la restauración de la salud del individuo. A pesar de su rareza en ocurrencia, las personas siempre deben atender a las necesidades de sus cuerpos y buscar orientación médica en circunstancias que proporcionen malestar y se muestren signos potenciales de complicaciones. Escuchar al cuerpo y buscar la ayuda adecuada es siempre esencial en la realización de actividades de la vida diaria con una salud óptima.