Evolución del tratamiento de hemorroides desde Luis XIV

Las hemorroides durante el reinado de Luis XIV fueron tratadas con enemas. Expediciones religiosas fueron frecuentemente hechas por los reyes de Francia a la consagración de San Fiachra. Él fue el santo que desarrolló venas agrandadas porque pasó sus días plantando en el suelo. Él se curó mientras estaba sentado en una piedra en oración, pidiendo la curación de Dios. El rey Luis XI reformó el santuario del santo y colocó el escudo de armas real.

El rey Luis XIII, junto con Ana, su mujer, hizo un llamamiento a la bendición de San Fiachra para darles un niño. Su hijo fue una respuesta a la oración que resultó ser el rey Luis XIV. En el lecho de muerte de su padre Luis XIII colgó el pendiente del santo. El rey Luis XIV y Luis XV sufrieron de una condición conocida como fístula. Ellos se curaron después de las oraciones fervientes a San Fiachra. Como resultado, muchas personas se curaron de esta condición reconocida en Francia como dolencia de San Fiachra o “La maladie de St Fiacre.”

Enema

Durante los siglos XVI y XVII, el enema, una herramienta medieval utilizada para inyectar líquidos en el cuerpo se administraba a través del área rectal para tratar las hemorroides. Este instrumento es un tubo largo con una punta bicóncava de metal. Un tipo de medicamento líquido se vierte en ella. El otro extremo redondeado perforado con pequeños agujeros se inyectaba en el ano. Los fluidos se vertian a través del instrumento y se bombeaban a través del colon con un émbolo que finalmente era reemplazado por una jeringa de bulbo. En la Francia medieval, esta forma de tratamiento resultó ser todo un capricho. De hecho, el rey Luis XIV mismo tuvo un total de dos mil procedimientos de enema en el curso de su soberanía. Incluso administraba su corte mientras se hacia el enema.

¿Qué son las hemorroides?

Estas son venas hinchadas y palpitantes en la zona rectal. Para algunas personas, estas desaparecen solas sin tratamiento, pero en otros pueden causar dolor crónico, picazón y sangrado.

Tipos de venas dilatadas

• Internas. Estas se encuentran dentro de la parte inferior del recto o del ano. Normalmente, no causan molestias y son indoloras.

• Externas. Están en las afueras de la abertura del ano y suelen ser dolorosas.

Las Venas distendidas prolapsadas se refieren a aquellas que se han extendido fuera del ano y pueden ser muy dolorosas. El dolor también puede ser causado por una trombosis o un coágulo que se desarrolló en la vena. En ocasiones, estas venas tienen que ser extirpadas quirúrgicamente.

Modo de tratamiento

Si durante la época medieval utilizaban el enema, la medicina moderna ha inventado medicamentos que ayudan a aliviar el dolor mientras las venas agrandadas e hinchadas desaparecen. Por otra parte, hay modificaciones de estilo de vida que pueden reducir las molestias y al mismo tiempo prevenir que estas se repitan.

Medicamentos

• Pomadas, cremas o pastillas de corticosteroides, pueden ayudar a calmar el dolor y distensión.

• Cremas sin prescripción médica con lidocaína también pueden disminuir el dolor.

• Los ablandadores de heces se utilizan para disminuir el esfuerzo al defecar. Éstos también previenen las heces endurecidas.

• Laxantes para prevenir el estreñimiento y las heces duras.

Métodos quirúrgicos y otros procedimientos

• La Escleroterapia es un procedimiento utilizado para el manejo de las venas varicosas. Una solución se administra a través de la vena que se traduce en el colapso de las venas dilatadas.

• La Ligadura con banda de goma, se utiliza una pequeña banda de goma que se coloca alrededor de la hemorroide interna, lo que evita que la sangre circule en la zona. Con el tiempo, las venas dilatadas se caen.

• La Ligadura de la arteria hemorroidal guiada por Doppler utiliza técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas para el tratamiento de esta condición.

• Cirugía o hemorroidectomía es el último recurso que los médicos recomiendan para las venas que ya no pueden ser tratadas de forma natural, con medicamentos, u otros métodos.