Las hemorroides se producen cuando hay una presión sobre las venas de la pelvis, causando la inflamación de las venas anales. El aumento de la presión puede ser causada por la diarrea, forzar la defecación, el embarazo y la obesidad. La presión constante también resultará en el debilitamiento de los tejidos que rodean el canal anal causando así que las venas se hinchen y los tejidos circundantes se abulten.
Esta dolencia es bastante común. Los expertos estiman que aproximadamente la mitad de los estadounidenses ha tenido esta condición cuando llegan a los 50 años de edad. A pesar de este gran número, sólo unos pocos buscan tratamiento. Los registros muestran que sólo 500.000 personas son tratadas anualmente. Es importante señalar que aproximadamente de 10% a 20% de estas personas tuvo que someterse a cirugía para extirpar los bultos.
Las causas de las hemorroides
Los médicos dicen que hay personas que son propensas a desarrollar bultos en el canal anal debido a problemas inherentes a la producción de colágeno y elastina de su cuerpo como resultado de cierta predisposición genética. Esto a su vez dar lugar al debilitamiento de las paredes de las venas rectales. Se han encontrado pacientes que han tenido condiciones médicas relacionadas como “pies planos” y hernia.
Hay algunos que contraen la condición médica debido a algunos problemas en su tracto intestinal.
Causas notables incluyen: la predisposición genética (paredes venosas débiles del recto), esfuerzo excesivo durante la defecación, y presión como consecuencia de una postura incorrecta. El estreñimiento, diarrea, estar siempre sentado, los hábitos alimenticios y el embarazo son sólo algunas de las otras causas conocidas.
La condición es común en las mujeres embarazadas, debido a la presión que el feto provoca en el abdomen. Los cambios en las hormonas de una mujer embarazada también pueden provocar que las venas se agranden y causar bultos en el ano y el recto. Durante el parto, las venas se someten a más presión. Sin embargo, esta condición desaparece naturalmente después de dar a luz.
La prevención es la mejor cura
¿Cómo se previene la aparición de esta dolencia? Los médicos recomiendan la ingesta de más fluido, el ejercicio y el mantenimiento de una postura correcta. También es importante que cambie sus hábitos alimenticios: incluir más alimentos ricos en fibra y mantenerse alejado de los alimentos procesados.
¿Cómo se tratan?
La mayoría de los pacientes no requieren cirugía o medicamentos pues sus condiciones son sólo temporales. Algunos se curan de forma natural cuando cambian sus hábitos alimenticios. Los médicos suelen incluir en el tratamiento el aislamiento de los factores de riesgo y la eliminación de ellos. Una vez que estos han sido identificados, se prescriben analgésicos tópicos para ayudar en la contracción de los bultos.
¿Qué pasa si se dejan sin tratar?
Si éstas no se tratan, pueden causar más que incomodidad y fastidio. Algunas víctimas no buscan tratamiento en absoluto debido a la vergüenza. Pero esto tiene que ser superado. Si bien esta no es una condición fatal, puede afectar sus actividades diarias en el largo plazo. ¿Quién querría sufrir y sentir dolor cada vez que defeca?
Los bultos internos pueden llegar a ser dolorosos si no se tratan. Estos también pueden causar ensuciamiento constante de la ropa interior, que es una fuente de incomodidad y vergüenza adicional.
Recibir tratamiento para las hemorroides es necesario. Usted debe ahorrarse de condiciones médicas más serias.