Micción y Hemorroides: ¿Hay alguna conexión?

Enfermos y médicos por igual encuentran correlación entre la ingesta de líquidos y las hemorroides, también conocidas como almorranas. En consecuencia, el exceso de orina también entra en escena cuando hay discusión acerca de tratamientos hemorroidales y sus efectos.

Si bien, la presencia de almorranas no es una amenaza para la vida, hay enfermos que optan por tratar la condición para aliviar el malestar y la irritación.

Las almorranas son bultos en la zona anal causados por el aumento de la presión sobre las paredes del recto en donde las venas se hinchan e inflaman. A menudo se describen como racimos de almohadas que se posan justo debajo de las membranas mucosas que recubren la parte más baja de su ano y recto. Las venas distendidas en la zona anal se pueden comparar en apariencia con las venas varicosas que se encuentran en las piernas.

La condición hemorroidal es interna o externa. Las almorranas internas se asocian a menudo con vetas de color rojo brillante de sangre visible en las heces o el papel higiénico. Se caracterizan como bultos de venas hinchadas y más pequeñas que se encuentran a lo largo de las paredes de los canales rectales y anales. El dolor se siente a menudo cuando los bultos son presionados por los músculos anales. Una secreción de moco también puede manifestarse.

Las almorranas externas se forman debajo de la piel, lo que es doloroso y causa malestar. A menudo se llaman hemorroides trombosadas. El dolor se caracteriza por tener una sensación de ardor y picazón extrema.

Fluidos y Almorranas

Los médicos suelen recomendar a los pacientes beber más agua para pasar fácilmente las heces y para que las deposiciones se vuelvan más fáciles. Esta es también la razón por la que los enfermos necesitan comer alimentos ricos en fibra para facilitar las deposiciones (sin esfuerzo).

Los líquidos, sobre todo, el agua, es un factor esencial en la digestión y el paso de los desechos corporales a través de las deposiciones y la orina. Los expertos en acondicionamiento físico y los médicos recomiendan la ingesta de al menos ocho vasos de agua al día.

La ingesta de agua evitará la aparición de estreñimiento crónico, que es una de las principales causas del desarrollo de la cuestión. Forzar el canal anal al pasar las heces incrementará la presión sobre las venas, lo que resulta en su inflamación. Fracasar al rehidratar adecuadamente puede causar estreñimiento aumentando así los riesgos de desarrollar hemorroides.

Esta enfermedad es una ocurrencia común y millones de estadounidenses sufren de esta condición una vez en su vida antes de alcanzar la edad de 50 años. La deshidratación es uno de los factores de riesgo en el desarrollo de bultos en el área anal. Los médicos dan fe de que la mayoría de enfermos informaron la desaparición de las hemorroides al aumentar su consumo de agua.

La diarrea crónica también puede causar el desarrollo de la condición. El movimiento espástico durante un ataque de diarrea puede aumentar la presión sobre la zona anal, causando demasiada tensión en las paredes anales. La fuerte presión espástica causa inflamación de las venas y fisuras anales.

Entonces, ¿cómo se relacionan la micción con esta condición? Un aumento en la ingesta de líquidos sin duda aumentará la micción. Las toxinas se vaciarán a través de la orina, lo que es bueno para el estado general de salud de un individuo.

Uno de los remedios más importantes para las hemorroides es incrementar la ingesta de agua. Las almorranas no son fatales cuando se dejan sin tratamiento, pero pueden causar graves molestias y vergüenza. Consulte a su médico si sospecha de la presencia de grumos y ahórrese la irritación y malestar.