Comprendiendo la fisiopatología de las hemorroides

¿Qué causa la fisiopatología de las hemorroides y que significa, en primer lugar? Los cojines hemorroidales son partes naturales de la anatomía humana. Todo el mundo tiene estos cojines, pero una vez que se producen cambios anormales, entonces la condición se convierte en una enfermedad patológica.

Más sobre los Cojines de Hemorroides

Para entender la condición y lo que lleva a la fisiopatología de las hemorroides, lo mejor es que primero aprenda más sobre los cojines. El canal anal de un ser humano normal tiene tres cojines principales que se pueden encontrar en la parte anterior, direcciones posteriores y laterales derecha e izquierda.

Los cojines están compuestos por vasos sanguíneos, músculo liso y tejido conectivo. Los cojines son vitales para la continencia. Los síntomas de la enfermedad comienzan a mostrarse cuando la presión llega a ser demasiado para ser controlada por los cojines. Esto puede dar lugar a las hemorroides de tipo interno o externo, también hay ciertas condiciones en que se experimentan ambos tipos a la vez.

La Fisiopatología de las Hemorroides

Las estructuras vasculares, una vez se inflaman o se hinchan, se convierten en hemorroides, en otras palabras éstas se convierten en patológicas. Los síntomas que usted experimentará dependen del tipo de condición que usted está sufriendo. Si es el tipo interno, el sangrado rectal que usted experimentará es indoloro, mientras que hay una excesiva hinchazón y dolor si la condición es externa.

La causa principal de la enfermedad es aún desconocida, pero hay ciertas creencias en cuanto a cómo sucede esto. Esta puede ser causada por estreñimiento o deposiciones irregulares, bajo consumo de fibra, la genética, la falta de ejercicio, la obesidad, el embarazo, la tos crónica y mucho más.

Remedios Caseros

Si bien hay muchos medicamentos que ahora están disponibles para ayudar a obtener alivio de los síntomas de la enfermedad, hay varios remedios caseros que usted también puede elegir para asegurarse de que no se empeore su condición.

1.No frote la zona anal. En lugar de tocar o limpiar con papel, puede enjuagarse en la ducha. Seque el área con una toalla suave, pero asegúrese de que lo haga de la manera más suave. Si usted tiene que utilizar jabones, esté seguro de que este no tiene colorantes y fragancias. También puede usar toallitas húmedas para ayudarle en la limpieza después de la defecación.

2. Puede aplicar hielo en el área afectada varias veces al día, y luego seguir con una compresa tibia.

3. Puede tomar analgésicos que se pueden obtener sin receta médica si el dolor se vuelve intolerable.

4. Tomar un baño de asiento también ayudará. Usted puede llenar la bañera con suficiente agua para cubrir la zona afectada. Sumérjase en ella durante 15 minutos y hágalo varias veces al día. Asegúrese de que el agua esté caliente pero no demasiado.

5. Comer mucha fibra. Evite levantar objetos que son demasiado pesados y siga una rutina regular de ejercicio todos los días. Manténgase en forma todo el tiempo.