El tracto gastrointestinal normal se compone por la boca, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso, el recto y el ano. Todos ellos, excepto el recto y el ano, tienen el objetivo de digerir la comida que comemos en partículas más pequeñas para facilitar la absorción de los nutrientes en el alimento. El alimento que sale de la boca es propulsado hacia abajo en el esófago y en consecuencia, a las otras partes del tracto gastrointestinal a través de la perístasis, la alternación de los movimientos de contracción y relajación de los músculos del tracto. Una disminución de la peristalsis puede causar estreñimiento mientras que lo contrario causa diarrea.
Cuando la dieta carece de fibra o cuando los músculos del tracto gastrointestinal se debilitan por algunos mecanismos, el estreñimiento se produce. Este es una disminución en la frecuencia de la eliminación intestinal, generalmente menos de 3 veces a la semana. El estreñimiento prolongado o demasiado esfuerzo pueden ejercer presión sobre las venas del recto y el ano.
Demasiada presión en estas venas causa su congestión y pueden sobresalir del ano. Estas venas que sobresalen son llamadas hemorroides. Es un tipo de vena varicosa que es dolorosa, hinchada y a veces con comezón. Para aliviar el dolor se utilizan fármacos anti-inflamatorios sin esteroides para curar las hemorroides. Estos medicamentos son variados, pero todos ellos tienen el mismo mecanismo de acción, la cual es la supresión de los mediadores inflamatorios que causan el dolor y la hinchazón.
Uno de los AINE más famosos es el ibuprofeno, un tipo de ácido mefenámico de AINE. Esta droga no sólo se utiliza para las hemorroides, sino para otras fuentes de dolor, así como dolor de cabeza, dolores en las articulaciones y la dismenorrea.
Lo que hace es que inhibe la prostaglandina (PG), que se libera por las células en respuesta a un proceso inflamatorio. La PG causa vasodilatación y dolor. La vasodilatación o la relajación de los vasos sanguíneos conduce en última instancia a la hinchazón pues esto permite que los fluidos dejen los vasos y por lo tanto permanezcan entre las células. La acumulación de fluidos entre estas células, un compartimento llamado intersticio, conduce a la hinchazón o edema. Esto es exactamente la causa de la congestión de las venas en las hemorroides. Tomar ibuprofeno cada vez que surja el dolor puede aliviar el malestar asociado con esta condición.
Otros fármacos anti-inflamatorios no esteroideos para curar las hemorroides es el acetaminofen. Este actúa de manera similar que el ibuprofeno, sin embargo, no exime a la hinchazón. Este se recomienda si las hemorroides no sobresalen y si las venas no están agrandadas por la sangre. Usted puede tomar acetaminofén si es necesario para aliviar el dolor.
Debe tener cuidado al tomar fármacos antiinflamatorios no esteroideos para curar las hemorroides a causa de sus efectos secundarios. A pesar de que pueden aliviar la hinchazón y el dolor, pueden causar otros síntomas que no necesariamente están relacionados con su condición. El efecto secundario más común de estos fármacos es el malestar gastrointestinal, que en la cronicidad, puede conducir a la úlcera gástrica. La mejor manera de evitar esta condición es tomar los medicamentos después de comer las comidas. También debe tomar nota del intervalo de dosificación, que es de cada 4 a 6 horas, estos medicamentos pueden estar contraindicados para las mujeres embarazadas y los niños. Si está embarazada, lo mejor es consultar a su médico antes de tomar cualquier medicamento, ya que pueden suponer una amenaza para su bebé.
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