Cómo la colonoscopia ayuda con las Hemorroides

Las hemorroides están incluidas en la lista de asuntos relacionados con la evacuación intestinal. También conocidas como venas varicosas del canal anal, a menudo aparecen como protuberancias o bultos que resultan de la hinchazón o inflamación de los vasos sanguíneos dentro del perímetro de la vía anal.

Debido a la presión que experimentan los tejidos blandos en los que se incrustan estos vasos, por lo general cuando hay esfuerzo durante la defecación, o períodos largos sentado, especialmente en superficies duras, los vasos tienden a estirarse con el fin de mantener la circulación normal en la zona, causando distensión entre las venas. Aunque un problema común, y casi siempre no una emergencia médica, la presencia de las hemorroides no recibe la importancia adecuada, y a veces, incluso pasan desapercibidas a menos que los síntomas se vuelvan una gran incomodidad para la persona afectada.

El desarrollo de esta enfermedad bien puede ser interno o externo, lo que es también la clasificación para los profesionales médicos durante el examen y diagnóstico. Las hemorroides externas son protusiones en la piel que rodean la abertura anal. Las hemorroides internas por otro lado, son venas hinchadas situadas en el interior y a lo largo del canal anal. Rara vez causan síntomas tales como dolor o inflamación visible, pero pueden producir gotas o rayas de sangre durante la evacuación intestinal.

En comparación con las hemorroides externas que son detectables por simple palpación, la presencia de hemorroides internas generalmente no se siente, y cuando se produce sangrado rectal debido a su crecimiento, los individuos son alertados de su causa. Identificar que el sangrado pueda ser el resultado de hemorroides internas es vital por medio de un examen completo, ya que rara vez se ven a simple vista a menos que sobresalgan del ano, los médicos suelen sugerir pruebas de diagnóstico, como una colonoscopia.

Determinar la relación entre la colonoscopia y las hemorroides es vital para descartar las causas del sangrado rectal. La colonoscopia es una prueba endoscópica realizada para visualizar e investigar la salud de la zona ano-rectal. Investiga anomalías a lo largo del canal, tales como pólipos, tumores, úlceras, fisuras y hemorroides para detectar la causa del sangrado u obtener muestras para hacer pruebas. Someterse al procedimiento es un medio eficaz para diagnosticar condiciones en el tracto anorrectal, especialmente la confirmación de la presencia del tipo interno de hemorroides, las cuales necesitarán ser tratadas justo después del diagnóstico. Identificar cómo la colonoscopia y las hemorroides afectan la percepción del individuo en conseguir tratamiento también permite al profesional de la salud establecer un plan de acción. La colonoscopia identifica el tamaño y la localización de la enfermedad hemorroidal, y siguiendo resultados de las pruebas los médicos son capaces de dar instrucciones claras sobre cómo proceder con su tratamiento. La colonoscopia es también una de las herramientas de visualización que los médicos utilizan para procedimientos médicos de reducción del tamaño de la forma interna de la enfermedad.

Los casos de hemorroides internas y externas son casi siempre vistos como preocupaciones médicas menores. Sin embargo, siempre es necesario buscar atención médica cuando los síntomas que se producen causan interrupción del funcionamiento normal de la persona. Al tener una mejor comprensión de cómo la colonoscopia y las hemorroides juegan un papel entre una y otra, las personas adquieren conciencia de las medidas a tomar, así como la prevención de problemas futuros. A pesar de la rareza de pasar por un procedimiento de diagnóstico para el tratamiento de hemorroides, aún es una opción mucho mejor que soportar los problemas de salud que pueden llevar a otras complicaciones.