Es seguro asumir que la mayoría, si no todos los pacientes que tienen hemorroides harían todo lo que fuera necesario para deshacerse de su infección. Si bien esto es cierto, ¿no es mejor encontrar una manera de prevenir esto antes de que los afecte? Después de todo, la prevención sigue siendo mejor que cualquier cura disponible por ahí. Es exactamente por eso que la gente ha estado en la búsqueda de una vacuna para las hemorroides. Sin embargo, ¿existe realmente tal cosa? Antes de responder a esta consulta común, es importante averiguar primero porque esta dolencia debe ser evitada.
¿Cuáles son los signos y síntomas que las hacen tan indeseadas?
Esta infección es uno de los desencadenantes más populares de problemas rectales y anales. La queja más frecuente es el sangrado simple, picazón anal, malestar, inflamación y protuberancias en la zona anal.
Es fundamental tener en cuenta que el sangrado anal o sangre en las heces ciertamente no es normal. A pesar de que puede proceder de una causa razonable no cancerosa como las hemorroides, razones más serias pueden estar causando el problema. Estas consisten de diverticulitis, hemorragia de las úlceras, tumores y enfermedad inflamatoria intestinal. En el caso de que el sangrado rectal suceda, siempre es mejor ponerse en contacto con un experto médico u obtener atención de emergencia. Esto es especialmente importante si la persona está tomando medicamentos para adelgazar la sangre.
Cuando una hemorroide interna se hincha, esta no provoca dolor pues no existen fibras de dolor conectadas a los vasos sanguíneos sobre la línea del pectinato. Pasar heces duras puede quitar la capa delgada de la infección. Esto lleva a una hemorragia indolora. Por otro lado, los bultos inflamados también pueden resultar en el espasmo de la masa muscular que rodea el recto y el ano, lo que puede ser muy doloroso, en particular si se prolapsan a través del extremo posterior. Una masa puede ser detectada en el borde del ano. Las hemorroides dentro del recto también pueden coagularse, lo que resulta en dolor grave.
La hemorroide infectada puede gotear moco, lo que puede inducir inflamación de la piel alrededor del esfínter anal. Esto causa ardor y picazón. Aun así, hay otros factores que provocan comezón incluyendo cosas como la levadura, parásitos y otras infecciones bacterianas. Aún más importante, la sangre en las heces no debe ser dada por sentado debido a que puede ser una indicación de cáncer de colon; la picazón anal o sangrado nunca deben ser considerados como resultado de las hemorroides pues podrían ser una señal de una condición peor como un tumor de cáncer anal.
Las hemorroides externas se comportan de una manera diferente debido al hecho de que están recubiertas por “la piel típica” y contienen fibras de dolor conectadas a ellas. Una hemorroide sangrante alrededor del área rectal ocurre cuando un vaso sanguíneo se coagula causando un malestar extremo por el estiramiento de la parte de la piel que cubre la infección. Un bulto puede ser detectado en el esfínter anal. Las hemorroides externas también podrían contribuir a marcas en la piel no deseadas. Estas se pueden sentir en el borde del ano y podrían dar lugar a problemas con el lavado después de una defecación, lo que resulta en infecciones secundarias de la piel.
Con todos estos síntomas de las hemorroides, varios científicos han estado realizando esfuerzos en investigar y encontrar la fórmula adecuada que crearía una vacuna. Sin embargo, hasta ahora, el proceso todavía está en curso. Todavía no hay una vacuna probada para inmunizar a las personas de contraer esta infección. De hecho, los investigadores están buscando participantes dispuestos y elegibles para ayudarles en el desarrollo de la vacuna. Lo bueno es que la gente realmente no tiene que esperar por una vacuna para asegurarse de que no se infecten. Con sólo comer los alimentos adecuados, que sean ricos en fibra y hacer ejercicio regular puede protegerlos contra las hemorroides.