Un paciente se queja de hinchazón, picazón, enrojecimiento, dolor y pus en la zona anal. A continuación, decide que tiene hemorroides. Sin embargo, a pesar de que los síntomas pueden ser similares, en realidad puede ser algún otro tipo de infección.
Absceso anal confundido con hemorroides
Debido a la similitud en sus características, a menudo son intercambiados. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esas infecciones que involucran pus son en realidad un absceso anal.
¿Qué es un absceso anal?
Un absceso anal es básicamente un agujero en el interior del ano o cerca de su apertura, con pus en el. Cuando la gente nota los síntomas, la mayoría de ellos puede pensar inicialmente que tienen hemorroides y no un absceso anal. Sin embargo, cuando el dolor empeora y la temperatura del cuerpo aumenta, por fin se dan cuenta de lo que realmente es.
En cada diez mil personas, un mínimo de ocho o nueve sufrirá de un absceso anal por lo menos una vez en sus vidas. Si la infección se deja sin tratamiento puede conducir a problemas graves que podrían terminar en la muerte. Siempre es ideal consultar con un profesional médico.
¿Que provoca un absceso anal?
La zona anal del cuerpo se compone de glándulas que normalmente funcionan para proporcionar lubricación en la región. Cuando se infectan por cuerpos extraños o bacterias dañinas, se puede inducir la destrucción y obstrucción de la glándula. Este microorganismo se queda atascado en la glándula y se mezcla con la sustancia líquida presente. Esto luego produce pus. Debido a esto, se produce un absceso anal. A medida que pasa el tiempo, el pus se hincha y los síntomas se vuelven más graves, haciendo la situación agónica y haciendo muy difícil dormir.
¿Qué son las hemorroides?
A diferencia del absceso anal, las hemorroides no suelen provocar dolor. Sin embargo, hay ocasiones en que los vasos sanguíneos se pueden trombosar. Esto podría ser inducido por problemas de obstrucción intestinal. Cuando se produce esta situación, la parte externa de la infección llega a inflamarse, volverse dura, y doler. En casos raros, se produce pus o secreción sanguinolenta.
¿Cuáles son algunos de los tratamientos sin prescripción?
1. Anestésicos locales
Los anestésicos locales alivian el dolor, picazón y ardor durante un corto período, adormeciendo las terminaciones nerviosas. El uso de estos medicamentos debe limitarse a la región perineal y anal inferior únicamente. Esto se debe a que los anestésicos locales pueden provocar efectos adversos como comezón y ardor. Si estas sensaciones se maximizan con el uso del producto, se recomienda dejar de utilizarlo.
2. Vasoconstrictores
Estos son productos químicos que imitan a la epinefrina. Cuando se aplica este medicamento en el recto, las venas se hacen más pequeñas y la inflamación se reduce. Cuando se aplica en el perineo, se reduce el riesgo de causar graves efectos negativos, como nerviosismo, tensión arterial alta, temblores, insomnio, agravamiento de la diabetes y el hipertiroidismo.
3. Protectores
Los protectores protegen contra la irritación y el malestar de la zona afectada. Funcionan mediante la construcción de una barrera física que inhibe el contacto de la piel infectada con algún líquido irritante o las heces del ano. Esta pantalla disminuye el picor, dolor, y malestar de las hemorroides.